Este sábado regresa Reunión de Majorettes, y lo haremos sumergiéndonos en los arrozales con un cuchillo entre los dientes y la mochila de telecomunicaciones: nos vamos a VIETNAM. Pero no al soleado país eternamente verde, lleno de historia, bahías de aguas cristalinas, ese exótico paraíso de submarinistas, gourmets, sibaritas y amantes de lo exótico (y niñófilos, eso también), no: regresamos al "Vietnam de la mente", a aquella época en la que la selva respiraba miedo y sudaba sangre.
La Guerra de Vietnam (1955-1975) sigue siendo, a día de hoy, el mayor fracaso del Sueño Americano. Fue la primera gran guerra televisada casi en directo, y ha sido tanto y tantas veces documentada de manera tan exhaustiva, que por ello mismo resulta casi imposible sacar verdaderas conclusiones. Se dispararon tantas balas como panfletos propagandísticos. La Guerra de Vietnam cambió la sociedad norteamericana, y su cultura, para siempre. Docenas de libros, películas, videojuegos, tebeos y documentales lo atestiguan. Y por supuesto, también canciones. Hay quien asegura que la música popular norteamericana (y por extensión, la de los Estados Unidos del Mundo) no hubiera seguido el mismo derrotero sin la intervención de USAlandia en Vietnam.
Su impacto derrumbó las normas sociales; revolucionó para siempre los medios de comunicación; reverberó en la confianza del Pueblo hacia sus Autoridades (aunque algo tuvo que ver también el Watergate y la muerte de ambos Kennedys); propició el movimiento hippie y un positivismo esperanzador en los músicos (de hecho, las ventas de discos se triplicaron durante los primeros 70); los vericuetos y las mentiras sobre aquella guerra ensancharon las diferencias entre izquierdas y derechas, y del mismo modo el rock y el folk se afianzaron como una herramienta anti-Vietnam (mientras que el country o el easy-listening abrazaban el pro), asociada a la Nueva Izquierda en adelante, y muchas de aquellas canciones siguen siendo consideradas obras generacionales e inmortales.
El impacto, por tanto, de la Guerra de Vietnam en la cultura norteamericana es gigantesco. Vietnam es canción protesta, folk, psicodelia, es Jefferson Airplane, Hendrix, Joplin, Cash, Dylan, Woodstock, Paint it black, Springsteen, la Creedence, John y Yoko, Crosby, Steels, Nash y Young, Peter, Paul y Mary. Y la Cabalgata de las Valkirias de Wagner... Vietnam es la música de "Platoon", "Apocalypse now", "La colina de la hamburguesa", "Camino del infierno", "La chaqueta metálica", "Good morning, Vietnam", "Rolling thunder"... Y también la de "El cazador" o "Taxi driver".
Son miles las películas, y sobre todo las canciones, que durante casi tres décadas se generaron para tratar de racionalizar todo aquel infierno en el que se vieron involucrados más de dos millones y medio de norteamericanos; dos millones y medio de ex-combatientes de vuelta a casa con la cabeza loca. En el programa hablaremos de algunas de estas cosas, pero sobre todo, como siempre, nos centraremos en la música. Hay canciones que son casi inevitables, que resumen el espíritu de todo aquello, y nos acompañarán seguro. Pero, como siempre, trataremos de ser originales, hurgar un poco y no centrarnos en canción protesta, "rock combativo" o hippismo: en el programa también tendrá cabida folk vietnamita, saigon lounge, hanoi rock, o aquel fenómeno tan fantástico, consecuencia directa, conocido como khmer rock.
Este sábado por la tarde nos hartaremos de charlies y no sentiremos las piernas, en RadioELA.
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