Con el programa de esta semana, llegamos al capítulo nº 50 de Reunión de Majorettes. Y para celebrar este 50º aniversario se me ha ocurrido hacer algo diferente: centrar todo el programa en un único artista. Y después de mucho reflexionar, he escogido a un músico que aún no ha sonado en ningún programa anterior. Uno de mis artistas contemporáneos favoritos, un virtuoso del violín, superdotado de la música, autor de algunas de las canciones más hermosas de los últimos años, y con una fascinante y larga trayectoria a sus espaldas pese a sus 43 añitos.
A Andrew Bird se le asocia tanto con el indie pop como con el americana, el jazz experimental de vanguardia o la canción de autor, depende de qué medio especializado le mencione. Todo un one-man band, en una misma pieza en directo genera impresionantes atmósferas con sus loops de violín, mientras acompaña con la guitarra o el glockenspiel, silba, canta y da palmas, llenando el escenario y toda la sala de conciertos de una música única y sugerente.
Pero mirando hacia atrás en su carrera, le encontramos formando parte del movimiento neoswing de los 90s junto a Squirrel Nut Zippers, explorando las posibilidades del jazz hot más salvaje con Bowl Of Fire, Kevin O'Donnell's Quality Six o James Mathus & His Knockdown Society, o acompañando a músicos tan interesantes como The Handsome Family, Neko Case, Bonny "Prince" Billy, Ani DiFranco, My Morning Jacket, los Magnolia Electric Co. del llorado Jason Molina...
En este trayecto, tendremos tiempo de paso para descubrir algunas de sus influencias más obvias, rebuscando en el jazz de los años 20 (Benny Goodman, Fats Waller...), en el gypsy jazz (Stéphane Grapelli, Eddie South...), en el Delta blues y el gospel (Son House) o en los clásicos (Dvórak, Ravel, Ligeti...). De hecho, lo que menos sonará será Andrew Bird en solitario.
Este sábado a la hora de la siesta, a través de RadioELA.
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