Este sábado por la noche, Reunión de Majorettes se convertirá en un viaje al epidentro del cine de género ochentero. Entramos en el túnel del tiempo musical y nos vamos al videoclub del barrio, a pillar unas pelis y unas cervezas, y vamos a escuchar la selección de canciones que ha preparado Barsen Krypton de todas esas pelis de culto que nos siguen volviendo locos.
Los ochenta para algunos son una etiqueta que les trae a la memoria a Espinete y a Alaska; a otros, sin embargo, los ochenta nos remiten a Linnea Quigley, Snake Plissken, el Vengador Tóxico o los Munchies. Zombis sin piernas reptando. Punkis con los coches pintarrajeados, enormes radiocasetes al hombro y navajas que morirán en un abrir y cerrar de ojos. Bichos peludos que surgen en stop-motion de charcos de algo verde y burbujeante. Libros malditos. Masacres mutantes en el instituto. Y muchas bandas con pelos de colores que hacen como que tocan synth-pop en el baile de fin de curso.
Por tercera vez (hubo dos, ¡pero habrá más!), viene al programa un insigne miembro de Campamento Krypton, el podcast de cultura pop más guay del Fanerozoico. Ese peta-zeta semanal en formato estéreo que seguro que conocéis y disfrutáis todos. Que Reunión de Majorettes sea el desahogo musical que su formato no suele albergar, es un honor para mí. Y Barsen se hará dueño de los micros y los microsurcos durante todo el programa.
Será un tira y afloja de scores instrumentales de los grandes titanes del asunto, y sobre todo canciones de películas míticas, de esas que suenan de fondo en la noche del prom, el garito de moda del pueblucho en el que morirán todos, o en el casette del pringao que vigila el mortuorio y no se imagina la que se le viene encima. Una colección de estupendas canciones todas ellas extraídas del cine de culto que a Barsen más se le antojaba. Y claro, contaremos por encima de todo con su sabiduría y sus recomendaciones.
Este sábado a la noche, permanezca en sintonía, porque el terror llama a su puerta y habrá noche de miedo, a eso de las 21 hh, en RadioELA.org.
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